miércoles, 24 de febrero de 2010

Ellos te dan mierda y tú te la comes: Justicia demócrata 1


Como bien dijo Sigmund Freud: “Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.


Y al pensarlo detenidamente uno llega a la triste deducción de que puede que el padre del psicoanálisis tuviera razón.

En España hay una población penal de más de 65.000 convictos (más de un tercio extranjeros), los cuales tienen garantizado la presencia de un plato caliente en la mesa al menos dos veces al día 365 días al año y sinceramente, preferimos mirar para otro lado, que no se nos moleste. Pero viendo como la edad de jubilación aumenta, y las pensiones bajan tanto como muchas otras prestaciones de nuestro encantador sistema de “bienestar”, deberíamos preguntarnos algo muy sencillo:

¿Gasta el estado debidamente el dinero de los contribuyentes?

Puedes pensar que sí pero si eliges al azar una de sus últimas maniobras puedes leer cosas como: La ministra Aído destina 26.000 euros a un informe para establecer "un mapa de excitación sexual del clítoris".

Mientras eludimos el escalofrío que recorre nuestra espalda al imaginar cuánto dinero se quedarán para ellos TODOS esos políticos cuando despilfarran miles de euros en semejantes mierdas podemos pensar que quizá las cosas no estén bien. Y sin lugar a dudas uno de los puntos peor parados es la seguridad ciudadana. Asesinos que gozan de impunidad hoy pueden permitirse el lujo de vivir como cualquier otro ciudadano. Jóvenes violadores, delincuentes, yonkys, políticos corruptos y demás bazofia humana

Las reformas de tilde “progresista” han ido desvirtuando a la ley de su condición férrea y dura transformándola una y otra vez hasta convertirla en una mera parodia. Esto nos lleva a la conclusión que lejos de querer saciar la irrefutable necesidad de reparar el daño causado se tiene en un grado exacerbado de consideración la seguridad e integridad del verdugo. Nunca de la víctima. El sistema penitenciario; ese que tantas veces oímos que está orientado a la reforma del delincuente y reinserción de éste en la sociedad; posee un alto interés en arriesgar a buena voluntad y desafiar las estadísticas anteponiéndolo todo, por supuesto, a la seguridad del ciudadano honrado. Un ciudadano que cada día sale a trabajar para financiar los delirios y caprichos de quienes se jactan de gobernarnos. Un ciudadano que no se libra de pagar una multa de trafico mientras sus hijas corren el riesgo de ser violadas por un individuo que hace tiempo que debía estar muerto y no en la calle.

“El sistema penitenciario no puede basarse solo en el castigo” ¿Por qué no? ¿Con qué derecho natural puedes privar a una individuo de la oportunidad de apartar para siempre al asesino de su hermano?

Un claro ejemplo de la fatídica Ley del Menor lo tenemos en la pieza de “El Rafita”, el cual participó siendo menor de edad en el secuestro, humillación, violación, tortura, y brutal asesinato de una joven. Tras tan horrendo crimen cumplió una “condena” en un centro para menores para unos años más tarde salir airoso por su propio pie al mundo que jamás mereció. Desde su liberación se ha visto implicado en cuatro delitos los cuales no lo han llevado de vuelta a un lugar donde esté alejado de la sociedad. Sigue inpune.

Es una pena errónea y absurda, es obvio, (cualquier pena que se aleje de la castración y la cadena perpetua será una horrible errata), lo que debemos preguntarnos es que ganamos nosotros con tal individuo. Al imaginar la impotencia de la madre de la víctima comprobamos que estas situaciones rebajan el estado de bienestar a la más absoluta miseria.

¿Porque sencillamente no lo mantienen recluido de por vida o acaban con ésta simple y llanamente?

¿Por qué los criminales nunca cumplen íntegramente sus condenas?

Todo esto nos lleva a pensar que el estado sencillamente no tiene la capacidad para mantener a tanto paria indefinidamente. Infraestructuras, personal penitenciario, psicólogos… dinero que mejor podría estar invertido en la costa del sol en algún pelotazo urbanístico ¿verdad? ¿Por qué no ponen a trabajar a toda esa gente para ganarse el pan?


¿Para qué coño se mantiene un sistema si este no es capaz de garantizar justicia y seguridad?





¿Nos hacemos los tontos o lo somos?



Lo peor de todo es que no tiene solución.

jueves, 9 de julio de 2009

Justicia y mascaras


La falta de un órgano que imponga y custodie unas reglas con autoridad provoca sufrimiento, dolor, abuso, injusticia.

El hombre se unió en sociedad con el único objetivo de defender sus propiedades (tanto materiales como la vida) y renunció a parte de sus libertades por una considerable seguridad. Algo nos pasó por el camino pues no tenemos más que las cenizas de la teoría. Tenemos los remiendos de la parodia.

No tenemos nada.

Hoy día, nos permitimos el lujo de dudar y discutir sobre lo que esta bien y esta mal. Ahora un hombre que viole salvajemente a una niña de escasos años ya no es un criminal, sino un enfermo. Ahora un drogadicto que atracó y asesinó a una pareja por unas miseras monedas es considerado una víctima de la sociedad, del sistema. Hoy por hoy, un político corrupto no dimite, (no solo eso, sino que sigue saliendo reelegido)

Mientras bandas de asesinos profesionales irrumpen en viviendas violando y tomando como suyo lo que es de otro y la noche se ofrece como sacrificio a jóvenes que lo tienen todo en esta vida y que tan solo les queda destruir para aplacar el aburrimiento un ejercito de burócratas y parásitos velan porque todos aquellos que se aprovecharon en alguna ocasión de alguien como tú puedan gozar de "otro punto de vista". Pensiones, pequeños subsidios, juicios que no llegan nunca y los siempre oportunos informes psicológicos o psiquiatricos presentados al Juez de turno argumentando que los criminales están locos.


NO hay solución alguna. NO queda esperanza pues todos defienden la teoría de que esto.. es lo mejor que tenemos...


...lo triste sería que tubieran razón.

domingo, 21 de junio de 2009

Porlogo


No tienes nada.
No tenemos absolutamente nada.

Desde nuestra segura pecera vemos el mundo con diminutos ojos. La realidad se nos distorsiona tantas veces que puedes llegar a no creer en la realidad.

Tenemos nuestras vidas, las cuales, "damos por sentado", hemos ido moldeando. Desde luego no hacemos nada que no queramos hacer y, por supuesto, nuestro camino es el acertado. Nacimos con los privilegios que siempre quisieron nuestros padres y hemos crecido siendo educados por multitud de factores. Todo el mundo lo niega y todos piensan que su postura es la verdadera. Nos hemos formado y somos hombres y mujeres libres capaces de juzgar las ideas y las acciones. Somos el vecino amable o el callado egoísta, somos de izquierdas o de derechas....
Nos sentimos responsables y vamos a manifestaciones que no entendemos, compramos cosas que no necesitamos y repetimos palabras y frases en las que no creemos.

Todo esta diseñado y preparado, incluso esto que lees ahora mismo. ¿Es libre el borrego por poder elegir en que esquina de su cerco quiere pastar?

La gente te a demostrado una y otra vez su insuficiencia, su falta de cualidades para ser inocente. Nos creemos con derecho a afirmar que todos tenemos derecho a todo y el relativismo nos a conducido a la más absoluta demencia. Mientras absurdas ideas como la "inteligencia emocional" o la "libertad espiritual" hacen hueco en nuestro sistema carente de valores (debes tener en cuenta que ahora detestamos nuestros valores) nuestro mundo gira... sin que nadie le preste atención.

Vivimos en una sociedad de lobos. Donde el lobo es protegido y la ley lo ampara. Donde nadie está libre de culpa, donde nos da miedo juzgar por miedo a los prejuicios. Por miedo ha encontrar de nuevo el norte, por miedo a darnos cuenta de que no hemos conseguido nada. Salvo la mismísima miseria.


Tu miseria.

sábado, 20 de junio de 2009

Exasperación

Vemos lo que hemos conseguido y nos fijamos en lo que podríamos tener, y es en ese momento cuando nos damos cuenta de que no podríamos haberlo hecho peor.

Estas cansado de que la gente te decepcione. Que nadie entienda el verdadero concepto de lealtad, fidelidad y respeto que tu posees.
Una vez te diste cuenta de que estarías solo pretendiste vivir en paz eludiendo tus ideas de desesperanza. No sabes como, pero dentro de ti solo hay odio.

Políticos, de los que no te crees nada. Una juventud que desaprovecha su mundo destrozándose a si misma. Estas lejos de ser como ellos. Egoísmo y maldad te parecen palabras ligadas a la naturaleza humana y bien podrían estar todos muertos

No quieres ser de ningún partido, no quieres apoyar a ningún equipo, no quieres ser de ninguna asociación ni dejarte utilizar en una manifestación, no quieres discutir lo evidente y lo único que te motiva es hacerte cada día más fuerte con un hambre insaciable de conocimiento buscando aquello que siempre has aneldo...
....la esperanza y la fe en las personas.


Si no entiendes esto, vete. Solo cabe esperar que te suicides lo antes posible.